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Less Status

Experiencias migratorias de familias en las cuales al menos uno de sus miembros vive con estatus legal precario

Una experiencia migratoria relativamente invisible es la de miles de familias en las cuales al menos un miembro vive sin estatus regular, o con lo que se ha llamado “estatus precario”. Aqui esbozo las razones por las cuales los investigadores, profesionales y las personas en general necesitan prestar atención a las familias que viven con el miedo constante a la deportación. Después de revisar las razones más comunes del estatus precario, se dan ejemplos de los obstáculos más frecuentes para el establecimiento de este grupo. Estos incluyen el acceso a servicios sociales y de salud, educación y otros derechos que los grupos inmigrantes tradicionales dan por sentados. En la última sección, se dan algunas sugerencias para avanzar en este campo.

Además de todos aquellos que llegan con documentos de inmigración cada año, existen muchas personas que llegan sin tener un estatus legal. Aparte de quienes entran ilegalmente por la frontera de los estado unidos, hay muchos que vienen a trabajar en forma legal como trabajadores agrícolas temporales, cuidadores de niños y enfermos, o trabajadores sexuales (San Martin, 2004). Pese a la etiqueta de “temporales” que se les asigna a lo largo del proceso de inmigración, muchos de ellos permanecen en el país por largos periodos o retornan cada año. 

Muchas personas cruzan la frontera con visas de estudiantes y de turistas, o como solicitantes de refugio, para luego quedarse después de que hayan expirado sus visas y permanecer en la clandestinidad cuando sus demandas de refugio fallaron, faltando a las audiencias de deportación, y así sucesivamente. Aunque las autoridades saben que estas personas existen, no se les persigue porque el pais asi se aprovecha y puede obtener una mano de obra barata. 

Aunque no hay datos exactos para indicar cuántas personas viven con estatus precario, los cálculos en Canadá van desde los 40.000 a los 600.000 individuos (Jimenez, 2003; Khandor, McDonald, Nyers, & Wright, 2004; Robertson, 2005; Wright, 2003). En Estados Unidos, se estima que 3,4 millones de niños viven en hogares dirigidos por un adulto indocumentado (Passel, 2005).

Excepto algunos reportes sensacionalistas de redadas en escuelas y centros de trabajo, existe muy poca documentación académica acerca de las experiencias diarias de familias y niños que viven precariamente. Un factor primario que desalienta la investigación es el hecho de que pocas personas se dan cuenta de que el tema del estatus legal no puede reducirse al paradigma simple de ‘nosotros y ellos’, en el cual algunos residentes tienen documentos legales y otros se esconden de las autoridades en sombríos y poco conocidos bajos fondos. Trabajos recientes en los estudios de migración han reflexionado en torno al concepto de estatus legal, demostrando que es un proceso complicado y multifacético que involucra a diversos actores. No ocurre en un esquema binario y categórico de legalidad-ilegalidad, o documentado-indocumentado (de Genova, 2002; Goldring, Berinstein, & Bernhard, 2009; Menjivar, 2006).

En realidad, el estatus legal tiende a moverse a lo largo de un continuum en el cual los individuos van de un estatus a otro durante un periodo de años o décadas. En muchos casos, los migrantes llegan utilizando canales formales y por varias razones pueden perder el estatus.

Hay muchos otros ejemplos de trampas legales que conducen a estas personas a situaciones de estatus legal precario, pero son aun peores los casos que involucran a niños. Por ejemplo, algunos niños tienen estatus de protección mientras son considerados Crown Wards (pupilos o protegidos por el gobierno) de las Sociedades de Protección Infantil (Children’s Aid Societies). Ese estatus y la protección pueden ser revocados abruptamente cuando alcanzan una edad madura (Hare, 2007). Para explicar la forma compleja en la que funciona el estatus, usamos los términos “sin estatus legal completo” (less than full status) o “estatus precario” (Goldring, Berinstein, & Bernhard, 2009).

Cómo el estatus legal precario afecta la experiencia migratoria
 
El papel del miedo como limitante de sus vidas y opciones ha empezado a ser documentado en la literatura académica y en la de reportes de campo (Berinstein, McDonald, Nyers, Wright, & Zerehi, 2006; Berk & Schur, 2001; Lessard & Ku, 2003; Schwenken 2003; Yau 1995). Un estatus legal limitado evita que las familias obtengan un número de seguridad social, necesario para trabajar legalmente, que tengan acceso a servicios de salud, o que accedan a guarderías o a los sistemas de educación post-secundaria. El acceso a la red de seguridad social que otros residentes dan por sentado se les niega, incluyendo servicios tan básicos como ser capaces de responder a las agencias de protección infantil que tratan de retener a sus hijos, o incluso llamar a la policía o a los bomberos si una vida está en peligro. Las mujeres que huyen de situaciones de violencia familiar no tienen derecho a permanecer en un refugio.

Un estudio reciente de Young (2007) documentó que los padres frecuentemente le ocultaban a sus hijos detalles de su estatus limitado hasta que estos empezaban a considerar la posibilidad de estudiar en la universidad. El saber que ellos eran ilegales y no tenían derecho a seguir estudiando fue una noticia terrible y difícil de digerir. Ademas, estos niños absorben los mensajes de la opinión pública basados en la ignorancia y su sentido de identidad se ve afectado para siempre. 

Muchos estudios han descubierto que las personas que viven con estatus legal precario dudan mucho a la hora de buscar atención médica, a menos que se encuentren en situaciones de emergencia o muy graves. Como resultado de esto, no se benefician de los servicios de salud preventivos (Access Alliance Multicultural Community Health Clinic, 2005; Bannerman, Hoa, & Male, 2003; Committee for Accessible AIDS Treatment, 2001).

En su intento por pasar desapercibidas, las familias tienden a evitar involucrarse en iniciativas escolares que buscan la participación de los padres. Además, aunque se supone que las escuelas no deben hacer preguntas sobre la situación migratoria de las personas, esta información con regularidad es requerida, por no decir exigida. Se sospecha que muchos niños inmigrantes no van a la escuela porque tienen miedo a la deportación (Sidhu, 2008).

Muchos padres inmigrantes se ponen nerviosos cuando llegan a inscribir a sus hijos en las escuelas. Es frecuente que los procedimientos escolares hagan que los padres (y sus niños) desarrollen sentimientos negativos hacia las instituciones educativas. Por ejemplo, muchas secretarias de las escuelas piden a los padres documentos legales o les exigen que muestren papeles con respecto a su estatus legal (Sidhu 2008; Young, 2007). A los estudiantes también se les hacen preguntas sobre sus padres, que pueden ser consideradas del ámbito familiar privado. Aunque los educadores necesitan información acerca de los idiomas nativos, metas familiares, líneas de autoridad familiar y contactos de emergencia, es muy importante considerar cómo el proceso de inscripción puede ser desarrollado de manera respetuosa más que inquisitoria, a fin de dar un mensaje de bienvenida más que uno de apatía e interrogación.

Haciendo progresos

Mientras los países de Occidente restringen movimientos en sus fronteras para asegurarlas y se apoyan cada vez más en convenios laborales temporales para satisfacer las necesidades de industrias particulares, el número de familias con estatus legal precario sigue creciendo. Para los investigadores y aquellos en programas profesionales, es importante revisar los conceptos tradicionales de aculturación inmigrante para dar cuenta de la forma en que el estatus legal influencia sus vidas día a día.

Sin embargo, una serie de factores se ha conjugado actualmente para impedir que los investigadores académicos se dediquen a esta importante área. Si bien pueden estar interesados en estudiar la vida de los residentes con estatus legal precario, los comités de revisión de ética universitaria limitan los métodos de investigación considerablemente (Bernhard & Young, 2009; Bledsoe et al, 2008). Asimismo, los financiadores pueden mostrarse reacios a apoyar un área que es vista como demasiado controversial (Sikes & Piper, 2008).

Se necesitan estudios para arrojar luz sobre el tema de cómo las familias sin estatus legal completo pueden organizarse. Por ejemplo, ¿cómo permanecen las familias conectadas a sus comunidades de origen sin viajar físicamente a través de las fronteras? ¿Cómo les explican a sus hijos que no deben intentar inscribirse en ningún deporte en su escuela porque les podrían pedir una tarjeta de seguro de salud? ¿Cómo pueden apoyar a sus hijos en sus aspiraciones educativas sin decirles que, una vez completado su bachillerato, todas las puertas para seguir estudiando se les van a cerrar?

Adicionalmente, aunque hay reportes anecdóticos sobre niños que no van a la escuela a causa del estatus migratorio de sus padres, el fenómeno no ha sido adecuadamente examinado. En situaciones de abuso entre parejas, es esencial recoger datos respecto a qué hacen las mujeres que lo padecen cuando tienen miedo de ir a un refugio. Cuando las personas viven con angustia y miedo por periodos largos, estas emociones eventualmente pueden explotar en forma negativa. Los niños que año a año permanecen en sus casas sin ir a la escuela pueden recurrir a las pandillas como una forma de relacionarse con la comunidad. 

Las consecuencias de la exclusión de los derechos sociales y políticos básicos son particularmente evidentes cuando los inmigrantes que buscan protegerse de la violencia doméstica encuentran barreras para acceder a servicios sociales, temen llamar a la policía, y crece el riesgo potencial de que sean detenidos o deportados al buscar apoyo profesional. La mujer que no tiene adónde ir y nada que perder puede recurrir a medidas desesperadas para protegerse a sí misma y a los suyos. Muchas preguntas quedan sin resolver respecto al proceso de negociación del estatus legal, y cómo afecta las relaciones personales entre parejas y dentro de sus familias. 

Finalmente, se necesitan estudios para establecer, por un lado, las maneras en que los que dan servicios sociales contribuyen a la aplicación de la política de inmigración en sus decisiones y prácticas diarias, y por otro lado, cómo interpretan la situación de las familias. En particular, cómo se producen los derechos sociales a través de la entrega de servicios sociales a los inmigrantes con estatus legal precario.  

La situación actual del mundo está generando un crecimiento de políticas proteccionistas en los países del Norte. Para aquellos que viven en las devastadas economías del Sur, la reducción de sus posibilidades para migrar permanentemente da como resultado la migración con estatus legal precario. Se requieren estudios empíricos para que los profesionales que apoyan a estas familias conozcan el tema.

Referencias
Access Alliance Multicultural Community Health Centre (AAMCHC). (2005). Racialised groups and health status: A literature review exploring poverty, housing, race-based discrimination and access to health care as determinants of health for racialised groups. Toronto: Access Alliance Multicultural Community Health Centre.

Bannerman, M., Hoa, P., & Male, R. (2003). South Riverdale Community Health Centre’s exploration of services for non-insured people in East Toronto. Toronto: South Riverdale Community Health Centre.

Berinstein, C., McDonald, J., Nyers, P., Wright, C, & Zerehi, S. (2006). “Access Not Fear”: Non-Status Immigrants and City Services. Consultado el 19 de abril de 2006 en http://www.dadttoronto.org/members/publications/Access%20Not%20Fear%20Report%20(Feb%202006).pdf

Berk, M.L., & Schur, C.L. 2001. The effect of fear on access to care among undocumented Latino immigrants. Journal of Immigrant Health, 3(3), 151-156.

Bernhard, J.K., Goldring, L., Young, J., Wilson, B., & Berinstein, C. (2007). Living with precarious legal status in Canada: Implications for the wellbeing of children and families. Refuge, 24(2), 101-114.

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Bledsoe, C.H., Sherin B., Galinsky, A.G., Headley, N.M., Heimer, C.A., Kjeldgaard, E., Lindgren, J., Miller, J.D., Roloff, M.E., & Uttal, D.H. (2007). Regulating creativity: Research and survival in the ERB iron cage. Northwestern University Law Review, 101(2), 593-642.

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Young, J.E.E. (2007). "I've been illegal my whole life": Spatial performances of uncertain legal status. Ponencia presentada en “Con/founding Refugee and Forced Migration Studies”, York University, noviembre.