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Transnational

Familias transnacionales

Los patrones globales de inmigración y asentamiento han cambiado drásticamente en las últimas dos décadas. Algunas veces, uno o dos miembros de la familia salen de su país, mientras otros miembros importantes de la familia se quedan. En muchos casos, esas personas pueden carecer de la adecuada documentación o de estatus legal. El asentamiento, que quizás se extiende por años, no suele acarrear ni la integración en una mayoría dominante ni la probabilidad de reunificación familiar. Sin embargo, los miembros ausentes pueden, a través de las telecomunicaciones y otros medios, estar en comunicación diaria con la familia migrante. Algunos de estos parientes juegan un gran papel en la vida de los niños inmigrantes. Los investigadores y los profesionales de la educación temprana deben ser conscientes de esas posibilidades.

El informe de las familias transnacionales explora las experiencias de familias latinoamericanas que han afrontado la separación y reunificación durante su proceso migratorio a Canadá, examinando la situación particular de 40 madres. En particular, se centra en cómo las relaciones madre-hijo y los vínculos familiares son transformados por estructuras multilocales. Los sentimientos de las madres entrevistadas en este proyecto van desde enojo y culpa, hasta depresión y desesperanza. Ellas afrontaron muchos desafíos relacionados con el estatus socioeconómico, el estatus legal, la falta de acceso a las guarderías, las limitaciones del lenguaje y las expectativas ideológicas de “madres buenas”, que en pocos casos trajeron como consecuencia que las madres tuvieron que mandar a sus hijos de vuelta para ser cuidados por otros miembros de la familia en sus países de origen.

Muchas madres se sintieron presionadas a renunciar al rol de cuidadoras primarias, pero fueron reacias a desafiar las decisiones tomadas por otros miembros de la familia, que actuaban en sus lugares, en su país natal. Los abuelos, tíos o padres, generalmente, asumían la toma de decisiones y las funciones de crianza, pero algunos niños fueron dejados para criarse por su cuenta, con diferentes niveles de éxito.
En algunos casos, los niños se enojaron o se tornaron agresivos, mientras que otros se distanciaron de sus madres. Luego de la reunificación, muchos de los niños no consideraban más a sus madres como la figura de autoridad y, especialmente después de una larga separación, el distanciamiento supuso un serio desafío a su relación.